Jorge Mario Bergoglio, conocido como el papa Francisco, falleció este lunes 21 de abril en la madrugada a los 88 años. Un ictus cerebral que le causó un coma y un fallo cardiocirculatorio irreversible fue la causa del deceso, según informó el Vaticano en su parte de defunción.
Su muerte es la consecuencia de un periodo de mala salud, la cual lo llevó a una prolongada hospitalización tras padecer una neumonía grave, que lo llevó a estar ingresado cinco semanas (38 días) en el Policlínico Agostino Gemelli de Roma, donde su alta médica se dio el 23 de marzo.
Tras la confirmación del Vaticano de la muerte del papa, las funciones oficiales quedan a cargo del camarlengo o chambelán del papa. Sin tomar decisiones doctrinales. Actualmente, el cargo es ocupado por el cardenal irlandés- estadounidense, Kevin Farrell.

Los cardenales permanecen aislados, buscando guía divina en la elección del nuevo papa
El Vaticano anunció que el cuerpo del papa será depositado a las 20 hora local (12 p.m. hora de CR), en un ataúd en la capilla de su residencia de Santa Marta. El cardenal administrará los ritos correspondientes, además de cerrar y sellar la residencia personal del papa.
Farrell, junto a un equipo de tres cardenales asistentes, establecerá el calendario de duelo, incluyendo la fecha del funeral y el entierro. El novendial, período de luto que dura nueve días, establece que el funeral y el entierro debe comenzar entre el cuarto y sexto día después de la muerte de un pontífice.
El Vaticano declaró que este traslado será el miércoles 23 de abril por la mañana. Sin embargo, el papa Francisco solicitó que su cuerpo no fuera colocado sobre el tradicional catafalco, estructura elevada y decorada en medio de la Basílica de San Pedro, para la vista pública.
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Los fieles seguidores que acudan al evento podrán contemplar su cuerpo dentro de un sencillo ataúd de madera, a pedido del papa Francisco. Él es el primer papa, en más de un siglo, que no será enterrado en el Vaticano, sino en su morada ubicada en la Basílica de Santa María la Mayor de Roma.
La muerte del pontífice da paso al cónclave, proceso de elección de un nuevo Papa. Esto tiene lugar entre 15 a 20 días después del fallecimiento de un obispo. Actualmente, hay 138 cardenales electores de un total de 252, por el momento los cardenales permanecen aislados, buscando guía divina en la elección del nuevo papa.
No obstante, la elección se anunciará con la fumata blanca, humo blanco que emerge de la chimenea de la Capilla Sixtina, y culmina con el anuncio público del nuevo Papa: el “Habemus Papam”, donde es presentado en la plaza de San Pedro.
*Escrito por: Kennya Arguedas Chaves