- El ejército asume el poder tras la destitución del presidente Rajoelina en medio de manifestaciones masivas
- Estados Unidos llama a la paz y al diálogo en la transición al nuevo gobierno.
Madagascar vive una crisis política tras el anuncio del ejército de que tomará el control del país, luego de la destitución del presidente Andry Rajoelina. La decisión se produjo tras varias semanas de protestas en distintas ciudades, encabezadas principalmente por jóvenes que reclamaban mejoras en los servicios públicos, educación y empleo.
Las manifestaciones comenzaron a mediados de septiembre y se extendieron rápidamente por todo el país. Durante las movilizaciones se reportaron enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad, así como bloqueos en vías principales y cierres de instituciones públicas.
El movimiento juvenil tuvo un papel central en las protestas. Grupos de estudiantes y organizaciones sociales convocaron concentraciones a través de redes sociales, donde se difundieron videos y mensajes bajo etiquetas comunes. En algunas marchas se observaron símbolos culturales de series como One Piece, Naruto y Attack on Titan, utilizados como expresión de unidad y resistencia.
Las autoridades informaron que las protestas dejaron varios heridos y detenciones en la capital, Antananarivo, aunque no se confirmó una cifra oficial. Organizaciones civiles locales solicitaron garantizar el respeto a los derechos humanos durante la intervención militar.
El ejército toma el control del gobierno
El grupo militar Capsat anunció públicamente que asumirá la administración del país “para mantener el orden y la seguridad”. La declaración fue transmitida por televisión nacional y confirmada por medios locales. Según las fuerzas armadas, la medida busca estabilizar la situación tras la salida del presidente.
Andry Rajoelina abandonó Madagascar el lunes sin presentar su renuncia formal. Desde el exterior, envió un comunicado denunciando un golpe militar y solicitando apoyo internacional para restablecer el orden constitucional.
El parlamento malgache aprobó una votación que formalizó la destitución del mandatario, luego de que este intentara disolver la Asamblea Nacional. La decisión fue respaldada por una mayoría de legisladores.
Reacciones internacionales
El Departamento de Estado de Estados Unidos pidió una salida pacífica y el respeto al proceso constitucional. La Unión Africana y la Comunidad de Desarrollo del África Austral (SADC) expresaron preocupación por la crisis y señalaron que evaluarán medidas diplomáticas.
La Iglesia Católica en Madagascar llamó a la calma y reiteró su disposición a participar como mediadora entre los distintos sectores. En un comunicado difundido por la Conferencia Episcopal, se instó a “preservar la paz y garantizar la seguridad de la población civil”.
Jóvenes como nuevo factor en la movilización social
Las protestas en Madagascar se suman a una ola de movilizaciones protagonizadas por jóvenes en diferentes regiones del mundo. En los últimos meses, sectores de la generación Z encabezaron manifestaciones en países como Marruecos, Paraguay y Corea del Sur, exigiendo cambios políticos y sociales.
En el caso malgache, el uso de redes sociales y símbolos culturales populares se convirtió en un rasgo distintivo de las convocatorias. Analistas señalan que este tipo de expresiones ha facilitado la participación y coordinación de manifestaciones en entornos urbanos y rurales.
Actualmente, las fuerzas militares mantienen el control de los principales edificios gubernamentales y puntos estratégicos del país. Se espera que en los próximos días se anuncien medidas sobre la transición política y el calendario de posibles elecciones.
*Escrito por Emilio Román Agüero