Más allá del arte: el poder sanador de las conversaciones pendientes

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Más allá del arte: el poder sanador de las conversaciones pendientes

  • Un acercamiento sensible al impacto emocional del racismo y la importancia de crear espacios de encuentro y diálogo

Conversaciones pendientes son aquellas charlas que sentimos debemos tener pero que, por una u otra razón, simplemente no suceden. A veces las circunstancias no se acomodan para que esto ocurra, y en otras ocasiones, parece como si nos saboteamos a nosotros mismos con todo tipo de excusas para posponerlas.

Existen todo tipo de conversaciones pendientes. Algunas son agradables y otras pueden ser un tanto delicadas, pero en todo caso, podrían representar una oportunidad única para entender o que nos entiendan, poder sanar, y por qué no, llegar perdonar.

A veces, una conversación pendiente simplemente se trata de contar algo, aunque resulte una historia incómoda que pocos quieren escuchar.

Durante una visita al Museo de Arte y Diseño Contemporáneo (MADC) tuve una conversación con Aysha Morales, artista escénica y docente universitaria de teatro, quien me contó sobre el proyecto que está desarrollando junto a su amiga, Lucía Levy, bailarina, intérprete y coreógrafa, en la Sala 1.1 del museo.

  • ¿Qué es este proyecto y de qué trata?

Este proyecto artístico lleva por título “Conversaciones Pendientes” y básicamente nosotras lo que hacemos es crear espacios de encuentro y de diálogo entre personas afrodescendientes para compartir un poco sobre la experiencia sensible de la negritud. O sea, la experiencia sensible de lo que implica ser una persona afro, una persona negra en Costa Rica.

Es un proyecto que surge a partir de la relación de amistad que tenemos Lucía y yo, pues ambas somos artistas escénicas afrocostarricenses. Nosotras primero nos encontramos como amigas, comenzamos a hablar sobre esta experiencia y de ahí decidimos pasarlo, extenderlo al proceso artístico

  • ¿Cuál fue la motivación para concretar la idea con estos espacios de encuentro?

Respuesta. Nosotras lo que identificamos en ese momento fue que existen pocos espacios, o hasta ahora, antes de Conversaciones Pendientes, no habíamos identificado un solo espacio donde las personas negras o las personas afro de este país pudiéramos apalabrar experiencias sobre la negritud desde un lugar sensible. Generalmente cuando nos encontramos para hablar sobre negritud, hablamos en términos políticos, en términos del aporte cultural, pero dejamos desplazada un poco una experiencia que atraviesa nuestras vidas cotidianamente y tiene que ver con la experiencia del racismo y cómo eso nos afecta emocionalmente.

Entonces, Conversaciones Pendientes básicamente nace con la idea de darle un lugar a eso que emocionalmente nos pasa y con lo que tenemos que vivir, crecer y desarrollarnos las personas afro, las personas negras.

  • Pregunta. ¿Cuáles fueron las etapas por las que atravesó el proyecto hasta llegar al Museo de Arte y Diseño Contemporáneo?

Respuesta. Nosotras iniciamos en Limón, Talamanca, teniendo conversaciones muy puntuales con distintas personas de la comunidad afrodescendiente. Eran como tipo entrevistas.

Posteriormente nos vinimos al Museo de Arte y Diseño Contemporáneo en San José, planteamos la propuesta de un proyecto y se nos da en primera instancia como un espacio de residencia en una de las salas del museo para trabajar espacios de conversación y encuentro entre artistas afro. No era un espacio de exposición aún, sino que era un espacio para desarrollar estos encuentros. Esto fue en 2024.

Luego, a principios de este año, nosotras nos fuimos a una galería de investigación artística independiente que se llama Espacio Cero Uno donde nos dieron un espacio para seguir investigando y trabajando, no solo el espacio de la conversación, sino también todo el trabajo con la pintura que se empezó a hacer en relación con este proyecto. A lo largo de esos espacios de encuentro, nosotras lo que hacíamos era hacer un registro en video y en audio de esos encuentros.

Por último, para esta exposición, lo que decidimos fue generar una edición de estos archivos, como le llamamos dentro del arte contemporáneo, para poder exponerlos.

Aysha y Lucía. Fotografía de: Adriana Artavia, Museo de Arte y Diseño Contemporáneo (MADC)

Aysha y Lucía. Fotografía de: Adriana Artavia, Museo de Arte y Diseño Contemporáneo (MADC)

  • Quien venga a este espacio ¿Qué es lo primero que se va a encontrar?

Respuesta. Lo primero es que se va a encontrar es con un espacio que fue pintado e intervenido colectivamente entre personas afro durante dos semanas. Lucía y yo, junto con otras personas afro que se decidieron apersonar, trabajamos la transformación del espacio.

Si vos ves, la mayoría de los espacios de exhibición son blancos. El color que se utiliza en los espacios de exposición visual es blanco. Entonces, para nosotras era muy importante en primera instancia asumir una intervención concreta del espacio a partir de los colores de nuestra piel. Por tanto, se va a encontrar con un espacio que está intervenido por los colores de nuestra piel y entonces podemos reconocer que la negritud es diversa, no es un solo tipo de color café.

Es un espacio que decidimos pintar en café y no en negro, porque el café nos habla más de esa diversidad que envuelve la afrodescendencia en Costa Rica.

Espacio intervenido para la exposición. Fotografía por: Esteban Krumm.

Espacio intervenido para la exposición. Fotografía por: Esteban Krumm.

La exposición cuenta además con la muestra del archivo de videos de estos distintos encuentros que tuvimos, el cual fue un trabajo de edición realizado por una artista audiovisual afrocostarricense que se llama Leda Artavia, quien hizo un trabajo de edición muy sensible, porque además de asumir todo el registro en video de los distintos encuentros, ella hizo un trabajo especial con el audio de los videos pues el espectador puede escuchar lo que se dice, más no saber exactamente quién lo dice, pero sí puede ver los cuerpos de las personas que estuvieron ahí presentes. Esto es una manera de poder mantener como la intimidad de estos encuentros porque por supuesto aquí no está expuesto todo lo que sucede en conversaciones pendientes.

Soporte audiovisual utilizado en la exposición. Fotografía por: Esteban Krumm.

Soporte audiovisual utilizado en la exposición. Fotografía por: Esteban Krumm.

  • ¿Cómo fue la experiencia de comenzar el proyecto en Limón y finalizar en San José?

Respuesta. Fue algo muy interesante porque conversaciones pendientes nos permitió ver cómo la afrodescendencia en Costa Rica es diversa y cómo hay una identidad distinta de las personas afro que habitamos San José. Porque claro, comenzamos en Limón, pero luego el proyecto creció y comenzamos a convocar en San José. Empezaron a llegar personas de todas partes de San José.

Llegamos personas que también muchas veces no nos sentimos tan incluidas dentro de esa identidad afro que se expresa como la identidad afrocostarricense que responde a Limón específicamente. Cuando en este país la mayoría de las personas afrodescendientes no estamos en Limón, habitamos el Gran Área Metropolitana pero también estamos presentes por todo el país, entonces eso ha sido algo muy bonito del proyecto. Además, creo que eso también es algo con lo que las personas que vengan se van a encontrar, con una representación de la afrodescendencia que un poco reta los estereotipos desde los cuales pensamos la identidad afrocostarricense.

  • Las conversaciones documentadas que se muestran en la exposición ocurrieron entre personas afro, por tanto, se podría inferir que un afrodescendiente que visite el espacio y escuche las grabaciones probablemente se va a identificar con varios de los temas tratados porque podrían ser parte de su realidad o quizás en algún momento en su vida ha pasado por al menos una de las experiencias mencionadas.

Pero, con respecto a las personas no afrodescendientes que visiten el espacio ¿cuál es el mensaje que le gustaría que se lleven de la exposición?

Respuesta. Si te soy muy honesta, mi objetivo principal como artista, es que personas afro vengan a este espacio y se puedan reconocer, porque eso nunca pasa. Hoy entré a la exposición y había una mujer negra en este espacio y fue como, ¡esto nunca me ha pasado! Yo nunca entro a un espacio artístico, menos de arte contemporáneo, y vivo esa experiencia (en referencia a su experiencia personal en el GAM).

Ahora, lo que nos ha pasado con las personas no afro, las personas no racializadas, ha sido muy hermoso también, y ha sido un descubrimiento ya que, como yo soy una persona negra y soy una persona afro, para mí no es tan fácil entender cuál va a ser la experiencia del otro lado.

Y es hasta que se da la exposición que nosotras empezamos a entender también la relevancia que puede tener para un público no afrodescendiente porque tal vez por primera vez muchas personas se están acercando a una experiencia, una realidad que no les toca y de la que muchas veces no son conscientes. Lo que nos dicen muchas de las personas no racializadas que vienen a este espacio es que es la primera vez que escuchan cosas sobre la vivencia de las personas afro que no tenían idea.

Entonces creo que se da como un ejercicio empático, pero que no trata de ser aleccionador ni de enseñar cuál es la forma en la que tienen que vernos o sobre cómo los afrodescendientes somos, sino más bien tratamos de mostrar una diversidad tan amplia en la experiencia afro que yo siento que muchas veces para las personas no afro se vuelve como una experiencia de mucho aprendizaje y de mucha sensibilidad o empatía.

Eso es por lo menos lo que las personas nos han dicho que les ha sucedido y eso ha sido muy lindo porque ha sido empezar a entablar para nosotras la exposición en esta sala y ha significado abrir “Conversaciones Pendientes” a una conversación para la que no sabíamos si estábamos listas o no, pero bueno, nos ha obligado un poco a abrir esta conversación a personas no racializadas que creemos que es lo que falta y es el paso que hay que dar.

Estas conversaciones necesitamos tenerlas siempre en espacios entre personas afro, pero también debemos ampliarlas porque es una manera de empezar a reducir estas preconcepciones que tenemos de otras etnias, de otras experiencias culturales y nosotros estamos utilizando el camino de la empatía y de la sensibilidad.

Aysha Morales, artista y coautora del proyecto audiovisual. Fotografía por: Esteban Krumm.

Aysha Morales, artista y coautora del proyecto audiovisual. Fotografía por: Esteban Krumm.

  • ¿Considera que en las escuelas y colegios se enseña o promueve de forma idónea la historia de los afrodescendientes de Costa Rica? No me refiero a la historia a partir de la migración de 1872, sino a la presencia afro desde principios de la época colonial y hasta la actualidad.

Respuesta. Considero que no. Pienso que es una historia que muchas veces es ignorada en el sistema educativo o que solo revisamos para el mes de la afrodescendencia y nada más. Creo que es una historia a la que le damos poco valor, y de la que conocemos ciertos hitos y momentos como particulares o puntuales. Considero que es una historia que se nos escapa a nivel nacional en general, incluidas hasta las personas afro que a veces desconocemos de nuestra propia historia. Yo creo que este país sí tiene una deuda histórica con la población afro, en tanto su historia, sus aportes y su representación, y su valor cultural. Creo que sí se han hecho acciones por supuesto y que cada vez se van tratando de tomar acciones al respecto, pero sí creo que nos hacen falta más y que tenemos trabajo pendiente con relación a eso.

  • ¿Cuál cree que puede ser una de las principales razones por la cual la historia del pueblo afrocostarricense ha sido ignorada o invisibilizada durante tanto tiempo por el sistema educativo?

Respuesta. Yo creo que es la manera en la que se ha construido la identidad costarricense que viene muy ligada a la impronta colonial, donde se da el origen de esta división de supuestas razas y en donde se da además una jerarquización. Y en ese sentido los cuerpos negros, desde la colonia, tienen un valor distinto. Y Costa Rica siento que a nivel histórico se apega o construye su identidad desde esa misma noción colonial que nos ha hecho blanquear completamente este país a partir de la idea del mestizaje.

Entonces, ni lo indígena, ni lo afro, digamos, son como identidades fundantes de este territorio, porque a lo que le hemos dado más valor, por supuesto, ha sido toda la impronta europea, española, por cuestiones de la conquista. Entonces, yo creo que eso tiene que ver porque este país se ha blanqueado históricamente.

  • ¿Una sociedad que se fue moldeando a partir de la visión eurocentrista?

Respuesta. Por supuesto, yo sí lo siento y lo vivo de esa manera como mujer negra y es lo que aprendí en el sistema educativo y muchas veces también me veo lo que enseño. En este país le damos un lugar de mayor importancia a toda esa influencia europea… y al pensamiento europeo también, pienso yo. Entonces, creo que no es casual y que no es algo que es exclusivo de Costa Rica, o sea, en América Latina hay muchas sociedades que se han blanqueado.

Ahora hablabas del tema sobre el tiempo de la colonia… ¿cuánto sabemos de las primeras personas afro que llegaron? esas primeras personas negras que llegaron a este país en Guanacaste y que venían en situación de esclavización… ¿Cuánto sabemos de esas personas en este país realmente? O sea ¿esa historia está incluida dentro de la currícula del sistema educativo?

Lo que aprendemos muchas veces también son clichés o estereotipos.

El proyecto “Conversaciones Pendientes” no tiene un enfoque histórico, pero sí tiene un enfoque identitario y un enfoque cultural a través de nuestras propias experiencias. Ha sido muy interesante porque los chicos de distintos colegios públicos que han pasado por acá, con un programa que realizan en conjunto el Ministerio de Educación y el Ministerio de Cultura que se llama Ruta de Museos, pues vienen con preguntas, como, por ejemplo, ¿y por qué este espacio es de tantos cafés distintos? o ¿por qué este espacio no es negro?… Y es porque a los negros siempre nos meten a todos en la misma “cachimba”.

Ha sido muy lindo en ese sentido, porque siento que el espacio ha asumido un valor y se ha convertido en un recurso didáctico, aunque Lucía y yo como artistas en realidad no necesariamente lo creamos desde ese lugar… pero bueno, siempre y cuando sea un espacio que permita hablar, retomar estos temas y estas conversaciones pendientes, bienvenido sea.

  • ¿Cómo se podría enseñar en el sistema educativo la historia de los afrocostarricenses o poblaciones indígenas, pero sin caer durante el proceso educativo en prácticas que replican estereotipos ofensivos? Por ejemplo, al utilizar elementos propios de estas poblaciones (ropa, comida, creencias, arte, ancestralidad, tonalidades de piel y un largo etc.) y ponerlos casi al nivel de un simple “disfraz de fiesta” que replica o exagera estereotipos.

Respuesta. Lo primero que pienso es en la importancia de informarles sobre el trasfondo histórico por el cual se está haciendo la conmemoración. Creo que ahí habría un montón de material, un montón de trabajo de investigación que hacer, así como un montón de recursos que se pueden utilizar y que están a disposición, que nos permiten reconocer una fecha, que hay una conmemoración histórica importante y comprender por qué se realiza todo esto. Si lo que queremos celebrar es el legado cultural, lo podemos hacer, por supuesto, a través de la comida, a través de la música, la historia, pero desde el respeto. No necesito llegar y ponerme, entonces ahora un disfraz colorido, embarrarme de la cara de pintura negra y tratar de “vestirme como negro”.

Me pregunto, ¿Qué pasa si hablamos de la afrodescendencia no como algo tan distante y empezamos a reconocer también que en este país mucha más población de la creemos en realidad también es afrodescendiente de alguna manera? O sea, ¿por qué entonces no desnudamos un poco esta idea del mestizaje y entonces qué significa ser una persona mestiza? Si yo soy una persona mestiza voy a tener también, muy probablemente, como la mayoría de las personas de este país, sangre afro, indígena, europea y todas las que formaron este país.

Entonces, tal vez es como desmitificar esos clichés que se han construido en relación con las personas negras. Me parece bien que se invite a personas negras para esas fechas, pero no invitemos al grupo de gente que no es afro y que no ha estudiado ni un poco de la historia, y que solo reproduce esos clichés con el trajecito colorido y demás cosas.  Esto es interesante, porque entonces como persona negra a veces en los espacios educativos te invitan a participar, y genial, pero, si no llegás con el trajecito que se imaginan piensan “es una lástima…”  y perdón, pero yo no necesito disfrazarme de persona africana para que ese día se me reconozca como una persona negra. Me parece que todo eso que hacen (en referencia a algunos espacios educativos) es como una falta de respeto a cuestiones culturales muy importantes para cientos grupos étnicos y culturales.

Obvio entiendo que son acciones o directrices que se dan como una manera de reconocer y de impulsar la educación y lo importante que es la historia del país, pero a veces al no saber cómo realizar bien ese tipo de actividades pueden caer en realidad en detrimento, pienso yo, como de esas experiencias culturales.

Aysha y Lucía. Fotografía de: Adriana Artavia, Museo de Arte y Diseño Contemporáneo (MADC)

Aysha y Lucía. Fotografía de: Adriana Artavia, Museo de Arte y Diseño Contemporáneo (MADC)

A mí me pasó algo particular hace un tiempo cuando dirigí un grupo de folclore y para mí fue una experiencia muy interesante. Yo no soy folclorista, yo vengo del teatro, soy directora de teatro, y recuerdo que en el folclore muchas veces se acude a estereotipos para la representación identitaria. Recuerdo con algunos chicos para una obra les dije ¿por qué hacen esto? Y ellos me decían “es que son nuestras raíces”, pero lo querían era solo un bigote y el chonete, y yo les dije “bueno, si estamos dándole un lugar a la labor campesina, algo que en este país ha sido súper importante, pues vamos a llenar el escenario de tierra y ustedes van a bailar”, Y la respuesta fue ¡jamás, no nos podemos ensuciar, jamás!

Por supuesto yo les dije que ellos están hablando de otra cosa, que su representación de solo un chonete no es real con el señor que se levanta a las tres de la mañana a trabajar la tierra, porque si eso es lo que estamos honrando, y si lo que estamos honrando es a nuestros ancestros, entonces investiguemos quiénes fueron esas personas, más allá de esos estereotipos, de esa folclorización de nuestras prácticas culturales, y entonces reconozcamos realmente ese legado que es muy importante para nosotros como personas y para la identidad de este país.

A veces como que tomamos solo la forma ya dada que nos da por ejemplo la televisión y nos quedamos con eso y no profundizamos, y ese es el problema, porque entonces si no seguimos profundizando, por ejemplo, en la identidad afro, la mentalidad que tenemos de la persona afro, de la persona negra, es el negrito que habla como con acento extranjero y eso no nos ayuda a crecer como sociedad, porque entonces al otro lo vamos a excluir, lo distanciamos.

Y para contestar la pregunta, tratemos de crear puentes y deshagámonos de los estereotipos, para que el trabajo de los docentes cada agosto (en referencia al mes de celebración afrodescendiente) sea justamente el de pensar cómo construir puentes para acercarnos culturalmente a ese legado tan importante de este país, y no simplemente accionar desde esas ideas preconcebidas que no nos ayudan a profundizar, porque al final de cuentas cuando hablamos de cultura afro estamos hablando de personas.

  • Un mensaje final que plantea esta exposición y no debe pasar inadvertido.

Respuesta. Creo que algo importante es el mensaje, y no hablo de mensajes del arte, a mí me parece que hablo más de discusiones que plantea el arte. Esta práctica artística que hacemos Lucía y yo, deja claro que lo afrodescendiente no es una idea, somos personas que estamos siendo atravesadas por un montón de preconceptos, desde la mirada del otro, y que eso condiciona nuestras vidas.

Somos afro las 24-7 (en referencia a 24 horas del día y los 7 días de la semana), y eso tiene consecuencias en este país, y la consecuencia más compleja es el racismo, que todavía en el siglo XXI lo seguimos viviendo, y eso afecta nuestras identidades, afecta nuestra autopercepción, afecta nuestra autoestima, afecta nuestra capacidad de adquirir recursos, afecta muchas cosas que tienen que ver con nuestro día a día, y entonces cuando hablamos de lo afro estamos hablando de personas.

No es solo “el ritmito” del calypso, que, por supuesto es hermoso y es delicioso. ¿Qué más rico que comer comida caribeña en este país? por supuesto que es deliciosa, y eso es importante, pero recordemos que detrás del Patty y del Rice and Beans hay gente haciendo eso, y somos personas que sistemáticamente somos afectadas, digamos, por este sistema racista estructural en el que nos ha tocado vivir.

Fotografía de: Adriana Artavia, Museo de Arte y Diseño Contemporáneo (MADC)

Fotografía de: Adriana Artavia, Museo de Arte y Diseño Contemporáneo (MADC)

Si desea visitar la muestra artística ¡TOME NOTA!

Exposición: “Conversaciones Pendientes”

Lugar: Museo de Arte y Diseño Contemporáneo (MADC), Sala 1.1

Horario: martes a sábado, de 10:00 a.m. a 4:45 p.m.

La exposición estará abierta hasta el 17 de noviembre de 2025

Costo: ¡GRATIS! Y abierta a todo público

 ***Sobre las artistas

  • Lucía Levy:

Bailarina, madre y artista Interdisciplinaria. Egresada del Conservatorio el Barco, tercera generación, del Taller Nacional de Danza de Costa Rica graduada como bailarina, interprete y coreógrafa en el 2010.

Ha participado como intérprete, coreógrafa y facilitadora de talleres en encuentros y festivales de danza y performance, en teatros y espacios no convencionales, en México, Panamá, Guatemala, Estados Unidos y Costa Rica.

Directora de KATUK, un espacio creativo ubicado en el Caribe Sur de Costa Rica, en el que se desarrollan principalmente proyectos de comunidades afrodescendientes del Caribe Sur, Latinoamérica y Estados Unidos, desde el 2020.

Investigadora del Eco Performance y lenguajes multidisciplinarios en la escena.

  • Aysha Morales:

Actriz y directora escénica egresada de la Escuela de Artes Dramáticas de la Universidad de Costa Rica, institución en la que actualmente es docente de teatro y también asumió la dirección artística de la Compañía Folclórica, durante seis años.

Como actriz ha participado en distintos montajes, con instituciones públicas y grupos independientes. Fundó y dirigió, durante 7 años, Proyecto EnRojo, un colectivo independiente dedicado a la investigación, la creación y la producción escénica. Ha participado en festivales y encuentros en Argentina, Cuba, España, México y Costa Rica. Recibió el premio a la mejor interpretación femenina en la XIV Muestra de Cine y Video Costarricense y el premio Nacional de Cultura al mejor grupo de teatro, como integrante del Teatro Abya Yala.

Sus intereses en la investigación se han centrado en los procesos colaborativos, la dramaturgia escénica, la creación autobiográfica y la estética relacional

*Fuente: https://www.madc.cr/es/expo/conversaciones-pendientes

**Nota y fotografías: Esteban Krumm, Periodista de Gamma Digital