Debido a la afectación por la caída de ceniza y reciente actividad en el volcán Poás, la población bovina sufre afecciones como enfermedades respiratorias y gastrointestinales. Lo cual afecta tanto la salud como el apetito de las vacas. Estas condiciones disminuyen la producción de leche.
Las erupciones volcánicas generan ruido, cambios en el ambiente y posibles evacuaciones, lo que causa un alto nivel de estrés en los animales, por lo que la actividad del volcán activamente afecta al ganado de la zona.
Una de las principales recomendaciones para los ganaderos, es mantener a los animales bajo techo. Una buena alimentación ayuda a fortalecer su sistema inmunológico y a mantenerlos más estables.
Según indicó a la Universidad Nacional Miguel Ángel Castillo Umaña, académico de la Escuela de Ciencias Agrarias de la institución; especialista en producción y nutrición Animal, esta medida implica la modificación de la rutina normal de pastoreo al aire libre de las vacas para su alimentación, lo que conlleva a cambios en la ración o la forma de alimentarlos.

Una recomendación para los ganaderos, es mantener a los animales bajo techo
“Las vacas lecheras de alta producción necesitan una alimentación muy controlada y diseñada por especialistas, que cuidan tanto los ingredientes como el equilibrio de la dieta. Si esta alimentación se cambia bruscamente, puede afectar su salud y hacer que produzcan menos leche”, explicó el especialista.
Parte primordial de los componentes alimenticios de estos animales es, según Castillo, el forraje de los pastizales. Estos podrían verse afectados por condiciones como caída de ceniza producto de la actividad volcánica. “Este tipo de animales requieren necesariamente la oferta de forraje que aporta fibra dentro de su ración alimenticia para su adecuada salud digestiva”.
Bajo condiciones de confinamiento o libertad restringida ante un escenario de emergencia como este, es necesario que a los animales se les ofrezca una dieta con forraje en la cantidad y calidad necesarias. Además, de suplementos con los nutrientes requeridos. “Para esto se puede recurrir a la utilización de forrajes conservados y suplementos forrajeros o altos en fibra”.
¿Qué puede hacer la comunidad poaseña para contribuir con los ganaderos y evitar la disminución de producción?
A los vecinos de la zona se les recomienda evitar el ruido que se produce con vehículos, cortadoras de césped y motocicletas, así como controlar a sus mascotas para evitar el aumento de estrés en las vacas.
Por otro lado, también es relevante procurar el acceso al agua potable en toda la comunidad.
*Escrito por: Jimena Rodríguez